Te quiero mucho

Te quiero mucho

Mario no quiso coger su mano, ni darle el primer beso rutinario de cada encuentro. Ante el imprevisto, Eva se quedó expectante. —Bueno, es que, verás, tía… Me molas, ¿sabes? Me molas mucho…. Sí…. Era temprano para que los niños tomaran los columpios y llenaran el...
El maldito papel electrónico

El maldito papel electrónico

Se pregunta Gawande en este detallado post las causas del odio que los médicos (incluso los más aficionados a los cacharritos) profesamos hacia los ordenadores. Despreciar la historia clínica electrónica (HCE para los amigos) es casi un movimiento de culto, por muy...
Todo y nada

Todo y nada

Llega la paz, al final, cuando las pieles se ponen cómodas y la respiración se acompasa. Los relojes descansan y el silencio se oye, de fondo, como las olas de una playa en calma.  No hay prisa, no hay nada.  Sólo manos y miradas que se enganchan. Contando las cosas...
Una nube de humildad

Una nube de humildad

Ocurrió durante el primer año de carrera.  El profesor de bioestadística hablaba de probabilidad. Limpió la pizarra, de varios metros de longitud,  y desarrolló con la tiza  el teorema de Bayes, ocupando casi todo el ancho disponible. Al acabar, se giró, y señalando...
La imposibilidad del olvido

La imposibilidad del olvido

Antes rompíamos las fotos y quemábamos las cartas. El teléfono sólo era para hablar y además estaba en el salón. Punto. Cuando se acababa todo, se acababa. Éramos afortunados sin saberlo. Pero hoy no. El rastro es palpable. La presencia de los otros nos envuelve sin...