Soy médico.
Médico internista, una especialidad poco conocida si no trabajas en el sector sanitario.
¿Y por qué soy médico internista y qué es eso tan raro?
Una pequeña historia.
Fui un niño curioso e inquieto, siempre preguntándose cómo funcionaban las cosas, especialmente cómo iba lo del cuerpo humano.
Me interesaba conocer el interior, los entresijos, los mecanismos que hacían que todo por dentro funcione tan bien. Y luego, claro está, saber cómo arreglarlo en caso de fallo.
Y todo con mentalidad científica: mates, física y química por un tubo.
Pero con una idea muy clara desde bien jovencito: ser médico.
O lo que imaginaba que era serlo…
El despertar
Así que me matriculé en Medicina y me hice médico.
Bueno, licenciado en medicina, que no es lo mismo…
Porque con el tiempo aprendí que ser médico es otra cosa muy diferente…
Es algo que trasciende la ciencia, aunque se apoye en ella.
Es algo que trasciende la vida, aunque trate de preservarla
Es algo que va más allá de los títulos y los grados.
Y es algo que no se parece en nada a la mayoría de las series de médicos guapos que ligan un montón y salvan vidas cada día.
Pero eso lo aprendí después.
La medicina interna
La cuestión es que me interesaba todo.
Y ese «todo» englobaba al cuerpo y a la mente.
Pero todo a la vez, no sólo el corazón o el cerebro por separado.
No.
O todo, o nada.
Ni cardiólogo ni neurólogo ni dermatólogo. Ni cosas sueltas por separado.
Así que sería internista (que es como todo lo del cuerpo) o psiquiatra (que es como todo lo de la mente)
O cuerpo o mente. Algo así.
Como tenía cierto espíritu aventurero, tras acabar la carrera di unas cuantas vueltas por el mundo buscando fortuna.
Después de unos años enredado entre la mili, buscando trabajo en Londres, y otras caídas con todo el equipo, se me pasó el arroz, me presenté a otro MIR y a elegir qué haría el resto de mi vida.
(Risas del Universo)
Había decidido que sería psiquiatra.
Fenomenal. Todo claro.
(Más risas)
Pero cuando fui a por mi trozo de tarta, ya no quedaba. Se había terminado.
Pero sí medicina interna…
Pues nada.
Decidido: no habrá mente, sino cuerpo.
O eso pensaba yo.
(Carcajada extrema)
Y por un cúmulo de azar, destino y loterías de la vida, aquí estoy, internista en Mallorca.
(Si tienes curiosidad por saber qué cosa rara es eso de la medicina interna te lo cuento aquí)
Un médico que escribe.
Más allá de los diagnósticos y de los tratamientos, de la ciencia que sostiene este trabajo, el ejercicio de la medicina se puede vivir de muchas maneras.
Si logras abrir los ojos, enfocar y estar atento, da una experiencia y un conocimiento de lo humano único y privilegiado.
He visto cosas hermosas y muy duras. Los extremos, los límites de la vida, del alma, de las vísceras, de lo bueno, de lo malo…
Y son esos límites los que merece la pena explorar.
Ahí está la esencia de lo que somos y las repuestas de lo que buscamos. Aunque no seamos capaces de entender, mirar por dentro es el primer paso.
Y este blog es un camino para ello, porque lo vivido, cuando se hace historia escrita, perdura y se puede compartir.
Espero que lo que aporte sea interesante y de valor, bien porque te acerque a ideas sobre la salud y la medicina que a veces con complejas o por ser capaz de emocionarte lo que cuente.
Yo también aprendo, y sufro, escribiendo.
Pero es un sufrir muy satisfactorio.
No me considero escritor, sino un médico que escribe. Eso me libera un poco. Escribir es un oficio tan serio como el de ser doctor. Demasiadas responsabilidades.
Llego un poco tarde a la escritura, pero tenía que vivir ciertas cosas para tener algo que decir.
Y como no sé estarme quieto (me sigue quedando la parte de niño inquieto), hago más cosas…
1-Un podcast y un canal de YouTube
Junto con mi buen amigo José Luis Gómez Palomares (@jlgomezp) hablo en un podcast, que se llama Feliztividad, Productividad y Salud.
¿De qué va?
Lo mejor es que escuches algún episodio, pero enseñamos técnicas y herramientas para gestionar la vida sin estrés, el verdugo de nuestro tiempo.
Si te apetece, empieza por aquí.
De vez en cuando hacemos formaciones presenciales a profesionales interesados en estos temas.
De verdad que esta historia de la productividad te puede cambiar la vida. A nosotros nos la cambió y por eso disfrutamos compartiendo.
2-Comunicación para la Salud
Es un proyecto muy chulo junto con Ángeles Ruiz, Elena Sáiz y la ayuda de Eduardo Tornos.
Es una consultora de marketing digital especializada en el sector salud.
Entra desde aquí: Comunicación para la Salud
Damos soporte a cualquier servicio o establecimiento relacionado con la salud.
Redes sociales, infografías, copywriting, eventos, etc.
Ángeles y Elena son farmacéuticas y Eduardo es un experto en marketing digital.
Es decir: un grupo de sanitarios dando soporte a otros sanitarios para hacerlos visibles dentro y fuera de las redes, conectándoles con sus clientes con la tranquilidad que todo lo que se escribe y publica es serio, riguroso y ético.
No hay nada igual en el mercado. De verdad.
Igual hay cosas mejores, pero igual, igual…
3-Y sí, por si te quedan dudas, me da tiempo a trabajar en el hospital. Aquí te dejo mi perfil en Doctoralia
Francisco Javier Rascón Risco – Doctoralia.es
Muchas gracias por interesarte y por compartir este rato conmigo
Nos leemos
Te dejo mis redes sociales por si te apetece curiosear